Feminismo italiano.

Feminismo Italiano.

En los años ochenta se desarrollaron varios grupos de teoría feminista en varios países europeos, pero el movimiento italiano fue realmente muy fuerte. Por un lado heredaron la experiencia de practica feminista radical de los años setenta cuando se formaron grupos de “autoconocimiento” (autocoscienza) en varias ciudades, entre ellas Milán, Roma, Florencia. “El personal es político”, un eslogan que criticaba por un lado el sistema capitalista patriarcal (guerra del Vietnam, contradicciones intrínsecas a los mismos países desarrollados: diferencias económicas y sociales, deseo de una instrucción más critica y menos técnica y elitista, etc…) y por el otro los mismos grupos revolucionarios de izquierda, moderada y extrema, que reproducían los valores patriarcales dominantes. Se luchaba por el derecho al divorcio (en Italia aprobado con un referéndum en el 1974) y sobre todo para el derecho al aborto (aprobado en 1978). Para el aborto se montó una campaña espectacular en el país que tiene la Ciudad del Vaticano en su misma capital y que ha sido gobernado durante cuarenta años por parte de un Partido católico, la Democracia Cristiana. El personal es político quería (y quiere) decir que todos tus actos cotidianos son políticos: quien limpia en casa, quien prepara la comida, quien trabaja, como se hacen las cosas. Se criticó la “heterosexualidad obligatoria” y se habló del lesbianismo como una alternativa sexual que rompía, desde la cama hasta la calle, con todo un sistema de opresión político-sexual-social dominante. Col dito, col dito, orgasmo garantito: col dedo, col dedo, orgasmo garantizado (no rima en castellano).

Entre los varios grupos surgió “Revuelta feminista” (Rivolta femminista) de Carla Lonzi. Su escrito más importante fue “Sputiamo su Hegel”, “Escupimos sobre Hegel”, que critica la filosofía y todas las ciencias definidas “neutras” pero escritas y pensadas por hombres. Otra cosa excelente, de este período es el mismo manifiesto de Revuelta feminista y de Carla Lonzi, creo que se pueda encontrar en castellano, lo buscaré. Es fuerte, radical, como el periodo histórico que se vivió en Italia y en Europa en este momento (años ’70). Luego las cosas cambiaron, a nivel político general y a nivel del movimiento feminista. Hubo la represión, la lucha armada (Brigadas Rojas), miles de compañeros detenidos, la construcción de cárceles especiales, el reflujo, crisis ideológicas, la gente dejó las calles y regresó a sus hogares, esto sobre todo después del secuestro y la muerte de Aldo Moro, leader de la Democracia Cristiana (Brigadas Rojas, 1978).

El movimiento feminista italiano, radical y revolucionario, entró en crisis. Tal vez, después del aborto y el divorcio, faltaban objetivos concretos de lucha, o enemigos visibles contra quien luchar. En todo caso, desde entonces hasta hoy ha permanecido, pero en grupos menos fuertes y numerosos.

Entonces surgieron grupos de intelectuales feministas, menos ideológicas (no se definían marxistas ni anti-marxistas), generalmente de clase medio-alta, rechazaron la lucha social, entraron en las instituciones, en el “poder” y pusieron la mujer, el genero, al centro de sus debates. Ya no existía la “clase” o, por lo menos, no se hablaba de ella.

 

Sus escritos han marcado el feminismo teórico internacional, hoy en día son un punto de referencia para tod@s aquell@s que hacen estudios de género. La escuela de pensamiento italiano surgió en la Librería de Mujeres de Milán, en la “calle Dogana” (así se llama la revista teórica mensual) y escribieron cosas realmente interesantes: “Non credere di avere dei diritti” , “No creas tener derechos”, y el libro de Luisa Muraro: “El orden simbólico de la madre” (l’ordine simbolico della madre). Se diga lo que se diga estos libros han marcado generaciones de feministas en todo el mundo. Esta escuela de pensamiento se llama de la “Diferencia”, en el sentido que lo que intenta no es criticar el hombre o es sistema patriarcal en general, sino pensar y crear una cultura diferente.

El orden simbólico de la madre habla de nuestras madres simbólicas, (que a veces no coincide con nuestra madre biológica), y está dirigido a mujeres que tienen relaciones conflictivas con su misma madre o con el femenino en general. A mí me encantó leerlo porque descubrí cosas, que todavía duelen, pero que hacen parte de mi vida. El rechazo a lo que no quieres ser pero que te formó y te dio la vida, el deseo de huir, de conocer el mundo, y de regresar (mentalmente o emocionalmente) al mismo lugar que te dejaste atrás, etc.

Estas feministas en los años noventa han sido duramente criticada sobre todo porque en Italia volvieron a surgir grupos de feministas más radicales (después del primer gobierno Berlusconi, en el 1994- este segundo es peor, pero bueno, entonces no lo sabíamos). Claramente su pensamiento es teórico, dirigido a una elite burguesa-intelectual y el hecho que no mencionen diferencias de clases entre mujeres esconde la constancia que ellas mismas son LA clase, LA elite y EL poder.

Fuerte críticas con su último escrito, llamado “Final del patriarcado”, en el que sostienen que el patriarcado se acabó, que las mujeres han conquistado los “puestos de mando” en la sociedad. En los debates que hubo en Italia y en Europa casi les lanzan tomates a la cara para que bajasen de las nubes: se hablaba de las mujeres en otras parte del mundo (Argelia, Afganistán, Latino América), pero también de las mismas mujeres europeas (no tienen todas tarjetas de crédito y doméstica en casa) que siguen esclavas en sus hogares, sin dinero, derechos, cultura.

En los años ochenta-noventa surgió (sobre todo en España) otro pensamiento teórico feminista contrapuesto al de la Diferencia, llamado “El Pensamiento de la Igualdad”. De la diferencia entre los dos grupos sé muy poco, sólo sé que me aburría mortalmente a sus debates teóricos, pero para alguien que le interesa este tipo de cosa puede resultar interesante. Los dos grupos se odian mortalmente, para “nosotras” querían lo mismo(el poder), sólo se expresaban en manera diferente (esta es una explicación muy de bajo nivel, pero no tengo otra).

Yo siempre he militado en grupos feministas más radicales, pero he intentado entender lo que estas mujeres querían comunicarnos. La verdad, a parte sus teorías, desde un punto de vista personal son bastante antipáticas y sectarias, no son muy disponibles para debates y confrontaciones. Ellas escriben, piensan, hacen “teoría”. Si quieres saber algo sobre ellas compra sus libros, gasta tu plata.

El 25 abril del 1994, cuando un millón de personas bajó a la calle para protestar contra el gobierno neoliberal fascista de Berlusconi (esto se ve en la película Aprile de Nanni Moretti) ellas se “encerraron” ideológicamente en la Librería de mujeres de la calle Dogana de Milán. No les importaba que hubiese ganado la derecha o la izquierda, ellas en todo caso están garantizadas, desde las nubes miraban la “política” desde otra perspectiva. Esto sólo para mencionar un episodio.

Mi profa de Historia Moderna de las Mujeres criticó el trabajo que le propuse sobre Juana la loca sólo porque era una reina, y ella quería “valorizar” a las mujeres que no habían tenido voz, en la historia: las amas de casas, las prostitutas, las monjas(estaba obsesionada con las monjas). Era un enfrentamiento ideológico (ella, mujer de clase alta que sólo conoce su mundo académico, y yo que he tenido que luchar para conquistarme lo que tengo), lo sabía y le propuse un trabajo sobre la mujer Juana y no sobre la reina. No se emocionó con mi trabajo, era más abstracta que Dios Padre(hablaba de mujeres simples y no sabía ni mirarme a los ojos), pero era mi segunda carrera, todo lo que me proponía ya lo había analizado antes, en fin no me importaba un carajo de su programa de estudio (esto no se lo dije pero lo intuyó en clase cuando intervenía). Finalmente vine a Perú y no di su examen, pero leí un par de libros sobre Juana la loca, y esto me encantó. Quería saber que era el amor, la pasión, la muerte y la locura. Esta mujer lo vivió todo, que fuera reina o ama de casa me da lo mismo. La verdad me encantaría ver la película basada sobre su vida.

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