Elliot

Eliot

Post n°24 pubblicato il 26 Febbraio 2009 da viajera67

Eliot.

No quería salir de su casa, esperaba una llamada. Carmen había dicho que la llamaba el lunes, era lunes y no la llamaba.”¿Se habrá olvidado?”. Tenía que salir para una cita de trabajo. “¿Y si me llama justo ahora?”.

Media hora más tarde, Paola paseaba por Tirso. La vio tomando un café con su hermana. Se emocionó. La otra desvió la mirada. Paola se acercó. “Esperaba tu llamada”. “¡Te voy a llamar uno de estos días!¡No me presiones!”. La miró de reojo. “¿Qué quieres?”. “Necesito verte. Lo estoy pasando muy mal”.”.¡Estoy ocupada!. Y volvió a sentarse con sus colegas.

“¿De qué se hablaba?.¡Ah sí! Para mí fu fundamental descubrir a Cortazar a los catorce. ¿Eliot?. ¡Abril es el mes más cruel!¿Genial verdad?”. La vio alejarse. Lo estaba pasando mal. ¿Y ella qué podía hacer?. Una hoja se le cayó en la taza. Quería pedir otro café con leche. ¡Eso le cortaba el rollo!..

“Siempre es un riesgo tomar algo afuera, ¿verdad? Pero quién no se arriesga no puede comprender el teatro de ruptura de Stanislaski, ni los existencialistas franceses. Se acordó del ritmo de su cuerpo encima del suyo, noches de locura y felicidad descontrolada. ¿Mis riesgos?. Cambiar facultad, anteojos, asiento. ¿Y los de Ustedes?

Paola se perdía al horizonte y ella no podía hacer nada. Tenía ganas de huir, romper la sonrisa de su hermana, los compromisos de su vida. Quería alcanzarla, desnudarla, sorprenderla con un tango, unos churros, un viaje a Caracas. ¿Por qué había dejado que se fuera? Pensó que aquella mujer, con su sonrisa, había marcando su vida. Tragó cerveza, cruzó las piernas, y siguió charlando como si nada.

De repente se puso triste, y no era por el sol que ya regresaba detrás de las nubes; la extrañaba, quería irse a vivir con ella, y no tenía el valor de enfrentarse a su hermana. Despertó en una cama vacía. La buscó entre las sábanas y no la encontró. Un mensaje sobre el escritorio. “Abril es el mes más cruel, me voy a Caracas. No me busques. Paola.”

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