Alas para volar.

Alas

Post n°25 pubblicato il 26 Febbraio 2009 da viajera67

Alas para volar.

Cuando no se tienen alas para volar, a veces es mejor no lanzarse al vuelo. Pero cuando ya te has lanzado, cuando ya estás en el aire, entonces tienes dos posibilidades: o vuelves atrás, o sigues volando.

Si vuelves atrás puedes darte cuenta que también el punto de partida se ha movido. Lo buscas y no lo encuentras. Antes estabas mejor. Tenías tu novia, tu trabajo, tu vida regular. Cuando ella te acariciaba la cara no necesitabas nada más para ser feliz. Pero luego te enrollaste con aquella chica morena que te volvía loca. Sus ojos verdes te hacían volar, ¿cómo puedes negarlo? Intentas olvidarla, no pensar en aquella noche cuando te acariciaba la cara buscando tu deseo. Tu novia ahora te lleva al cine, te regala flores para tu cumpleaños. Pero no es lo mismo. Te falta algo, y ella lo sabe. Te impidió llamarla, tú le prometiste que no la ibas a ver más, que había sido una historia de una noche, un polvo más en tu vida. Pero te despiertas pensando en ella, deseando tocar su cara, su cuerpo, y un día la llamas para oír su voz. “Te echo de menos”, le dices, “mogollon, mi vida”.

Buscas sus ojos por la ciudad. Te arrepientes de haberte enrollado con ella, de haber hecho sufrir a tu novia. La llamas para ir a cenar a casa de sus padres, pero estás harta de aquella vida, y lo sabes perfectamente. ¡Si vuelvo a verla, mi novia me dejará! No quiero dejar mi vida por ella, pero ¿qué vida es esta?

Has vuelto al punto de partida, tu novia es maravillosa más que nunca. Pero tú eres diferente, no puedes negarlo. Deseas despertarte y ver sus ojos que te acarician la cara, deseas… ¿y si ella ya se ha ido? La duda te vuelve loca. La llamas: “no te vayas”, le dices. Cuelgas el teléfono. Acaricias a tu novia, le compras flores, te siente culpable, programas con ella las vacaciones. “¿Nos vamos a Londres el próximo verano?”. Y te sientes mal. ¿Cómo puedes aguantar hasta el próximo verano si no sabes qué harás la próxima semana?”

Racionalizas todo. Con ella comparto mi cama, mi vida, mis sueños. Con la otra fue sólo una noche. Sin saberlo bajas a la calle a buscar sus huellas. ¿Cómo puedes olvidar tus sueños?. A esta altura tienes otra opción. Es una locura, y lo sabes. Puedes dejarlo todo y quedarte sin casa, sin trabajo, sin dinero. Puedes fortalecer tus alas y intentar volar sola. Deberías hacerlo.

Pero, ¿cómo se empieza una vida nueva?. Cuando tienes ganas una vida nueva es fantástica, pero cuando tienes miedo a perder lo que tienes, es un problema. Y te arrepientes de haber volado. A esta altura te arrepientes de todo, incluso de haber nacido. Ya no perteneces a nadie: ni a tu novia, ni a tu amante, ni a tu misma madre. Estás sola en el mundo. Coges un avión y te vas a conquistar Londres, París y Nueva York. ¿Quién podrá quitarte todo esto?

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