Espejo

Espejo.

Me buscas sólo cuando estás a punto de salir, me miras de reojo, me sonríes, te echas un perfume (que no soporto) y te marchas. Me quedo solo y te extraño. No sé cuando regresarás a buscar mi mirada. ¿Esta noche? ¿Mañana por la mañana? Escucho a alguien que sube pero es la vecina. No la conozco, nunca la invitas a tu casa. Me gustaría saber algo más de ella. Nunca me cuentas nada. A veces te secas el pelo y cantas, me gusta verte así. Otras veces lloras y quisiera abrazarte pero cuando estás triste te bañas con agua caliente, quieres quemarte la piel, desaparecer del mundo. Pasa el tiempo y no sales de allí. No consigo verte, me dejas lleno de humo. Me muero de calor y quisiera llevarte a la playa. A la orilla del mar te quitas los lentes y me acaricias. Si tengo suerte me olvidas sobre una roca y te veo nadar, sales mojada, te tumbas en la arena, te acercas al sol. 

Cuando vivías en tu pueblo salíamos en moto. El viento besaba tu cara, movía tu pelo, me mirabas para avanzar entre los carros. Te sentía fuerte, independiente. Si llevabas a alguien miraba como te abrazaba, no era miedo a caerse, siempre fuiste prudente, era ganas de tocarte. Te los llevabas a la playa. Podía verte pero prefería mirar a otro lado. Hay cosas que prefiero no contarte.  A veces quisiera desaparecer. Saber que me buscas y me necesitas. Esconderme para que sepas que sin mi no puedes salir sonriente a la calle. Quisiera rebelarme a tu mirada. Te digo que estás guapa, que me gustas, que puedes salir a la calle pero que necesito que regreses pronto. Esta última cosa no la entiendes, a veces me rebelo y te digo que estás horrible para que me dediques más tiempo. Te quitas las gafas y te pones los lentes. Cuando estoy nervioso te soplo en la cara deseando que se te caigan, no quiero que los encuentres. Que te quedes en mi vida. Pero te pones nerviosa, te están esperando y te ayudo a buscarlas.

Cuando te vas de viaje me dejas solo y no sé con quien hablar. Luego regresas y te pido que me dediques un poco de tu tiempo: cerremos la puerta, quedémonos en casa, afuera llueve, no hay por qué salir. Pero no te gusta, me regañas, abres la puerta y sales sin despedirte. Quieres cambiarme por otro, te veo en la tienda charlando con la vendedora, cuando regreses te soplaré en la cara y apagaré la luz. Te diré que estás horrible y que me he ido con otra.  Pero has regresado pronto, tal vez no fue un buen día y me pongo contento porque sé que te quedarás toda la tarde conmigo. Que te sueltes el pelo y te duches, me muero por verte. Aunque estés guapa no quiero que me abandones. Suena el teléfono, te alistas para la noche, cantas frente a mi hermano, el de tu cuarto. Un día fuiste la sombra de alguien, ahora soy tu sombra, me desprecias y me necesitas, aunque te ruegue me vas a abandonar, tu pequeña venganza, tu necesidad de volver a pisar las calles de este mundo. Has vuelto a sonreír y te extraño. Necesito volver a verte. Espero tener más suerte de la que tuviste tú.

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