Madrid, julio del 1998.
Me has enseñado que los sueños se compran con dinero.
Que los billetes de aviòn se pagan con dinero. Que la ropa, los coches, las papas, los zapatòs, cuestan dinero.
Me has enseñado que mi amor no tenìa dinero. Que mi pasiòn, mi vida, mis deseos eran sueños sin dinero. Me has insegnado que sin dinero no te podìa tocar, nì desear, ni soñar. Ni quedar una tarde contigo, nì llamarte por telefòno, nì saludarte por la calle. Ni bañarme en la cristalina agua de tu meravillosa piscina.
Me has ensegnado que yo, sin dinero, no esistìa.
Y me has dejado y humiliado.
Ahora tengo dinero.
Tengo dinero para viajar, soñar y crear. Tengo dinero para comprar aquel tiket que tanto deseabas. Para comer en aquèl restaurante que tanto te gustava. Tengo dinero para comprarte ropa, y libros, y sueños.
Tengo dinero para cines, teatros, museos.
Tengo dinero para irme a Londres, Paris y Saigon.. .
Tengo dinero para merecerte, llamarte y desearte.
Tengo dinero para soñar tus sueños, vivir tu vida, realizar tus deseos.
Tengo dinero para quedar una tarde contigo.
Pero no me apetece, ahora ya no me apetece…