Puerta.

puerta

Post n°67 pubblicato il 02 Marzo 2009 da viajera67

 Bolonia, noviembre del 2001.

Cuando se te cierra una puerta se te abren otras mil,

Y cuando te digo que necesito pasear sola por esta ciudad no te estoy echando de mi vida, te estoy simplemente diciendo que contigo estas puertas no se abrirían, y mi amigo me dice que no quiere que vaya a su casa porque no tiene techo, que vive con otros mil, que durmió durante meses en un coche, que hacía mucho frío en Madrid, que ya no estoy en Madrid pero a veces me encantaría estar y llamarte y decirte que me muero para echarme al la calle contigo y para hacerte el amor, que follamos mucho pero no lo suficiente, que fuiste mi tentación cotidiana, que he querido y follado con dos tías y me sentía como te sentías tú cuando deseabas mi cuerpo y otros mil a la vez, que me han dejado las dos o he dejado yo a ellas, ya no me acuerdo, y mi amigo me vuelve a llamar para decirme que con otras diez como yo cambiaríamos este mundo, que hemos visto al cine “hijos”, los hijos argentinos y me he puesto a llorar porque allí no hay plata ni derecho, porqué escucho los Rodríguez y me acuerdo de ti, porque me han propuesto un curro en Caracas y no sé si irme pa’ allá porque aquí hemos desmontado un centro de reclusión para inmigrantes, la poli nos han cargado y denunciado pero lo hemos hecho, porqué aquí todos se acuerdan della piccola que ocupaba, luchaba y follaba como dios manda, porque me lo creí de verdad y nunca me explicaré porque no lo dejaste todo para estar conmigo, porque deseaba que me cambiases la vida aunque la vida me la cambiaste igualmente, y me ha vuelto a funcionar la cabeza que me bloqueaste en la calle que lleva su nombre, porque cuando ella se lanzó yo ya me había ido y no supe porque, porque con toda la sangre que teníamos hubiéramos podido cambiar este mundo, y pitillos y colillas en el suelo y tu color sigue en mi vida, y el techo de mi casa tiene el color de tus ojos, y si un día te olvides de todo por lo menos acuérdate de esta carta escrita en mi casa de Bolonia, y dedicada una mujer que en Madrid revolucionó mi vida,

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